Santa Fe, Lunes 15 de Junio de 2020.
LA TRANSICIÓN - EL DÍA DESPUÉS ...
EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Prof. Hugo H. País (*)
De hecho que podemos aplicarlo, a este tiempo, para contemplar los escenarios pedagógicos, de las generaciones en formación en este nuevo momento, donde los itinerarios pedagógicos ya no son los tradicionales, o los que habitualmente transitaban estudiantes y docente.
Hoy conviene decir que esta transición tiene un comienzo y una causal claramente definida y un final probable, pero por momentos incierto, que sin lugar a dudas somete a los actores que la viven a un proceso adaptativo de mayor o menor intensidad. Transición e incertidumbre, complejidad y vacío existencial de instituciones que hasta ayer bastaban para cumplir el rol educativo.
Hablar de transición, supone hablar de itinerarios, de procesos, momentos más estables y otros más críticos, de estabilidad y de crisis, avances, retrocesos y rupturas.
Sorprende en momentos, el silencio, frente a estos cambios, crisis e incertidumbre, por parte de quienes sufren en propia carne, esta transición.
Por lo que anteriormente decimos, pensamos que la transición puede ser una experiencia positiva en tanto y en cuanto sea percibida como valiosa por parte de quienes la viven, pero también puede ser percibida como dolorosa, cuando la experimentan como excesiva, incontrolada e incontrolable
La transición vital educativa, es similar a un viaje, con paradas y destinos que son anticipados, a medida que está sembrada de momentos críticos que requieren echar mano a la brújula y el mapa y valorar las distintas alternativas para tomar decisiones que poseen una trascendencia ulterior en el camino que se propone seguir.
De hecho, que en toda transición como la que se vive en estos momentos en el mundo y en nuestra comunidad en particular, se experimenta confusión y desasosiego emocional, seguido de un período de progresiva y paulatina acomodación, con apoyo institucional, que se resuelve con el abandono de los antiguos paradigmas y la asunción de nuevos, en un renovado estado de ilusión pedagógica y relativa seguridad de formación integral. Sabemos que es fuerte lo que decimos, pero es real, máxime si entendemos que se plantea este tiempo como proceso híbrido, con todas las connotaciones que ello conlleva.
No obstante el Sistema, las instituciones educativas y la propia familia de los estudiantes, aparecen como garantizando la coherencia, progresión equilibrio y continuidad de las rutas curriculares en este transitar, tanto como, la puesta en escena que cada institución educativa realiza conforme a medios, posibilidades y entrenamientos previos de sus educadores.
En este recorrido, de un camino nuevo, existen como en todos paradas, desvíos, saltos, marchas y contramarchas, que resulta conveniente observar para saber que está pasando en la cotidiana realidad.
Los cambios en el desarrollo personal, sin dudas implican cambios informales en el grupo, con seudo integración virtual, pero que aguarda un conocimiento más cercano, de vínculos que comprometan con la otredad, su totalidad de ser de cada quien entre los iguales.
Hablar que este es un tiempo de transitoriedad, es justo y necesario. La transición se lleva a cabo en instituciones y en las familias, cuando niños y jóvenes crecen y transitan los espacios y caminos del Sistema Educativo, visto como totalidad y gradualidad.
De hecho la transición cuestiona las prácticas de las diversas etapas, en sus discontinuidades pedagógicas y en su rigidez, para adaptarse a las nuevas demandas. Transición entre dos o más culturas, según sea la procedencia de cada integrante de un colectivo social, pero donde se interjuegan con las tradiciones y donde además es preciso en estos tiempos, no dejar fuera y considerar las demandas de aquellos estudiantes con necesidades educativas especiales, y de quienes asisten a instituciones educativas rurales, a diferencia de los que conviven en la urbe.
Este momento histórico nos reta pensar no solo en un cambio de época, sino en una época de profundos cambios, de riesgos y cuidado del otro.
Desafiados a vivir este tiempo nuevo, nos conduce a reflexionar con sensatez cual es el mejor camino, para invitar a nuestras jóvenes generaciones a transitarlo.
(*) Presidente Honorario ADUCSF
Prof. Eduardo Quintana
Presidente de ADUCSF
Prof. Dra. Vanina Sturla
Secretaria de ADUCSF
Prof. Arq. Esp. Manuel Mina
Tesorero de ADUCSF
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