miércoles, 30 de marzo de 2016

REFLEXIONAMOS DESDE EL CORAZÓN


Reflexionamos desde el corazón, y 
ponemos nuestro espíritu en manos del Señor

El próximo 5 de mayo se cumplen 125 años de la Encíclica Rerum Novarum, ella fue  un elemento indispensable para el fomento de las mejoras en las condiciones de los obreros, la constitución y fomento de asociaciones obreras católicas. Esta encíclica constituye, un importante estímulo para el incipiente catolicismo social y sigue siendo para nosotros nobeles sindicalistas católicos en la Universidad Católica de Santa Fe, fundamento de nuestro proceder.

Muchas de las posiciones de Rerum Novarum fueron completadas por encíclicas posteriores, especialmente Quadragesimo Ano (1931) de Pío XI, Mater et Magistra (1961) deJuan XXIII,  Laborem  Exersen (1981y Centesimus Annus   (1991) de Juan Pablo II y que como marco Doctrinario del Magisterio de la Iglesia nos siguen guiando en esta labor emprendida.

Rerum Novarum provocó una reforma en medio de una Iglesia donde varios sectores reclamaban que se abandonaran posiciones políticas afines a los gobiernos y a los sectores dominantes para que la Iglesia se encargara únicamente del oficio religioso ecuménico pero aún hoy, existen dirigentes que no la comprenden dentro de nuestras propias organizaciones de la Iglesia.

Rerum Novarum diseñó una estrategia que logró contribuir a salvar el período de crisis que enfrentaba la Iglesia y que la reestructuración doctrinal y práctica que provocó, delineó la nueva imagen de la Iglesia católica actual, la que junto al Concilio Vaticano II, oxigeno nuestras estructuras y desafió a  los católicos a un mayor compromiso en y con la realidad social.

Pareciera que en esos tiempos no sería tan trascendente, para algunos,  el llamado que se hacía entonces, por parte de la Iglesia Católica tanto a patrones como a trabajadores por una igualdad de clase, por una mejor remuneración y a la vez por un salario que supliera las necesidades de ambos para una mejor estabilidad tanto laboral como social. Por y en definitiva un reconocimiento a la dignidad personal de los trabajadores de la educación.

Estamos convencidos que la justicia social solo puede obtenerse respetando la dignidad trascendente del hombre. Pero este no es el único ni el principal motivo. Lo que está en juego es la dignidad de la persona humana, cuya defensa y promoción nos han sido confiadas por el Creador, y de las que son rigurosas y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia. (Sollicitudo Rei Socialis, n. 47) Si hay verdadera Justicia Social, trato digno, hay sin lugar a dudas paz social y amistad social.

Resuenan en nuestras mentes, aquellas palabras del Papa Francisco, cuando refiriéndose a los adultos mayores, dijo: “La violencia contra los ancianos es inhumana, así como la que se comete contra los niños. ¡Pero Dios no los abandona, está con ustedes! Con su ayuda, ustedes son y seguirán siendo la memoria de su pueblo” Pero el Papa Francisco, reconoce, por tocar con sus propias manos, por meter sus dedos en las llagas vivas de los que sufren, que en el entramado del tejido social también existe la realidad del abandono de los ancianos: ¡cuántas veces se descarta a los ancianos con actitudes de abandono que son una verdadera eutanasia escondida! Nos dice el Papa Francisco: “Es el efecto del descarte que tanto daño hace a nuestro mundo. Se descarta a los niños, a los jóvenes y a los ancianos con el pretexto de mantener un sistema económico “equilibrado”, en cuyo centro no está la persona humana, sino el dinero. ¡Todos estamos llamados a contrarrestar esta cultura del descarte!

“Nosotros, los cristianos, junto con todos los hombres de buena voluntad, estamos llamados a construir con paciencia una sociedad diversa, más acogedora, más humano, más inclusiva, que no necesita descartar a los débiles de cuerpo y mente, aún más, una sociedad que mide su propio “paso” precisamente sobre estas personas”.

Los argentinos generalmente no estamos muy familiarizados con nuestras propias raíces. A la falta de memoria le debemos sumar un clima cultural de relativismo, que también afecta a la verdad histórica, ya que “a medida que la humanidad se interna en la era del entretenimiento, la verdad se vuelve un valor cada vez más relativo. Parecería que si lo que nos cuentan es suficientemente divertido, somos capaces de disculpar la falta de rigor y el desapego a los hechos como si se tratase de cuestiones irrelevantes” (Cfr. Juan Pablo II, Discurso a los Obispos de CELAM, 12.X.1984).

Nuestro Magisterio eclesial, nos da elementos para reflexionar, a partir de los hechos que a nosotros como sindicalista católicos, nos duelen, no hacen sufrir por el padecer de nuestros hermanos/ colegas en la Universidad, quizás aquello que el Cardinal Bergoglio en 2001 dijo llegue a darnos luz en estos momentos: “Estamos viviendo una situación en que necesitamos de mucha memoria. Recordar, traer a nuestro corazón la gran reserva espiritual de nuestro pueblo, la que le fue anunciada en los momentos de la evangelización y que selló en su corazón sencillo la Verdad de que Jesús está vivo.  Traer la hermandad que Él nos ganó con su sangre” (Mons. Bergoglio, 15.IV.2001). y sea este tiempo Pascual, el momento oportuno para pensar juntos, como lograr con respeto la paz y la amistad social en una Comunidad Educativa Católica.


Comisión Directiva de ADUCSF



No hay comentarios: