jueves, 5 de junio de 2014

57 AÑOS DE LA UCSF

ADUC/ AGDUC 
EN LOS 57 AÑOS DE LA UCSF



En razón de estar muy próximo el aniversario 57 de nuestra querida UCSF, ADUC SF desea estar presente en esta celebración publicando un texto escrito por su Presidente, el Prof. Hugo Pais, titulado “Desde el corazón de la Iglesia nuestra mirada puesta en Cristo”. 

Dada la extensión del documento, a continuación compartimos sólo unos breves párrafos, encontrándose el texto completo a disposición de todos los que deseen leerlo on line y/o descargarlo en el link que se agrega abajo.

“Desde el corazón de la Iglesia
nuestra mirada puesta en Cristo”


Hugo Héctor Pais 

Desafiados a pensar hacia el interior de nuestra Universidad Católica, no puedo obviar recordar que lo que hoy nos convoca, la Carta Apostólica de Juan Pablo II a  las Universidades y los  Universitarios Católicos del mundo “Ex Corde Ecclesiae” dada en Roma el  15 de  agosto de 1990, encuentra en la historia institucional, actores y reflexiones, que luego se consolidan en un documento, que sirvió de base para lo que el entonces Rector de la Universidad Católica de Santa Fe el Arquitecto José María Paseggi, fuera con los representantes de las instituciones del nivel de Latinoamérica, a la Santa Sede, para aportar al Santo Padre el fruto del trabajo de los laicos comprometidos en la educación superior en esta región del mundo.



La Universidad, esta llamada a  consolidarse como un auténtico centro de aprendizaje, donde se respete plenamente la verdad del orden creado y desde su identidad de católica, debe incluir necesariamente su relación con la Iglesia particular y con su obispo. De allí que los universitarios católicos  comprendamos que no existe contradicción entre investigación libre y vigorosa de la verdad y  “el reconocimiento y adhesión ala autoridad magisterial de la Iglesia en materia de fe y de moral”  Es necesario procurar la síntesis entre la Fe y la Ciencia, desde una lectura comprometida de la realidad en una auténtica síntesis de Fe y Cultura, que pone de manifiesto la síntesis de Fe y Vida, de cada uno de los integrantes de la Comunidad Universitaria Católica, con especial énfasis en sus dirigentes y docentes, investigadores y académicos.

Las universidades católicas tienen, en nuestra realidad Argentina y latinoamericana, un noble servicio a la sociedad y un compromiso especial por la educación, con garantía de un gran nivel académico, particularmente a las jóvenes generaciones, desde las enseñanza de las verdades de la fe, promoviendo el respeto a la persona humana y desarrollando el carácter moral del estudiantado para que puedan trabajar por la evangelización de la cultura, desde las diversas profesiones y por el bien común de la sociedad, asumiendo que este desafío no es privativo de las disciplinas teológicas, sino que por el contrario compromete a toda la comunidad académica en el ejercicio coherente de la síntesis ya mencionada.

Las Universidades Católicas han de ordenar la cultura  y la ciencia que imparten, tanto como la investigación, al anuncio de la salvación, de tal modo que “el conocimiento adquirido y desarrollado, sobre el mundo, la vida y el hombre sea iluminado por la fe”  De allí que ha de transmitir acreditadamente y con seguridad desde cada una de las Cátedras, en las distintas Carreras, una visión coherente y completa de la vida, en correspondencia con la mirada cristiana. Estas Casas de Altos Estudios, están desafiadas a devolver a la cultura la convicción, que los seres humanos pueden comprender la verdad de las cosas y conocer sus responsabilidades ante Dios, consigo mismo, y con sus prójimos.

De hecho que las Universidades Católicas, deben estimular la libre discusión de ideas, pero entendiendo ésta como la genuina búsqueda de la verdad a través de la razón y el diálogo, sin avergonzarse, mediatizar, ni esconder la verdad, con absoluto respeto al ser humano, a su dignidad y mostrando a Cristo en todas las cosas, por lo que no se puede ser una auténtica Universidad Católica, sin abrazar con entusiasmo y sin reservas “Ex Corde Ecclesiae”, que la orienta y lleva rumbo a su misión, consciente con su origen e identidad.

De allí un gran desafío para nuestro tiempo como docentes y universitarios católicos en tanto “sabemos bien que para la gente de hoy el lenguaje de la fe a menudo resulta lejano; sólo puede resultar cercano si en nosotros se transforma en lenguaje de nuestro tiempo” , como un modo concreto de inculturación en los nuevos escenarios que nos ofrece la tecnología,  la globalización y la postmodernidad. 

Es valiente abordar el diálogo con la cultura de nuestro tiempo, sin renunciar al mensaje de la Verdad, y en ese diálogo observar la necesaria claridad en lo que exponemos, siendo afables, no violentos ni hirientes, confiados en el valor de la propia palabra como en la disponibilidad de quien la acoge y prudentes frente a las diversas ocasiones y personalidades que oyen, evitando ser molestos, expresando la Verdad, con sentido común, humildad y amor.


Puede descargar el texto completo, en formato 
de fichero pdf haciendo click AQUÍ en este link


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